sábado, 31 de octubre de 2009

Pastoral de Medios - Hoja de Vida

La Pastoral de Medios abarca la difusión y comunicación de la Buena Noticia de Nuestro Señor Jesucristo a través de la utilización de los recursos informáticos que brinda la tecnología.


Como iniciativa del Párroco Jaime Pereira se ha iniciado esta pastoral con el desarrollo de un espacio en internet, un Blog con la dirección de URL: http://laparroquiafatima.blogspot.com/ que se dió a conocer el día 01 de Noviembre de 2009 en la Eucaristía Dominical.

Esta pastoral cuenta con tres iniciadores: Ana María Avendaño, Edgline Delgado y el Diácono Wuillis Azuaje.

Historia de la Advocación: María del Rosario de Fátima. Patrona de la Parroquia


Desde el 13 de mayo de 1917 la Sma. Virgen María se apareció en seis ocasiones en Fátima (Portugal) a tres pastorcitos: Lucía, Francisco y Jacinta. En un hermoso libro titulado "Memorias de Lucía" (cuya lectura recomendamos) la que vio a la Virgen cuenta todos los detalles de esas apariciones.

El 13 de mayo se produjo el siguiente diálogo:
- ¿De dónde es su merced? - Mi patria es el cielo.

- ¿Y qué desea de nosotros? - Vengo a pedirles que vengan el 13 de cada mes a esta hora (mediodía). En octubre les diré quién soy y qué es lo que quiero.

- ¿Y nosotros también iremos al cielo? - Lucía y Jacinta sí.

- ¿Y Francisco?

Los ojos de la aparición se vuelven hacia el jovencito y lo miran con expresión de bondad y de maternal reproche mientras va diciendo: - El también irá al cielo, pero antes tendrá que rezar muchos rosarios.
Y la Sma. Virgen continuó diciéndoles:

- ¿Quieren ofrecerse al Señor y estar prontos para aceptar con generosidad los sufrimientos que Dios permita que les lleguen y ofreciéndolo todo en desagravio por las ofensas que se hacen a Nuestro Señor?

- Sí, Señora, queremos y aceptamos.

Con un gesto de amable alegría, al ver su generosidad, les dijo:

- Tendrán ocasión de padecer y sufrir, pero la gracia de Dios los fortalecerá y asistirá.

Segunda aparición: 13 de Junio de 1917.

La Sma. Virgen le dice a los tres niños: "Es necesario que recen el rosario y aprendan a leer".

Lucía le pide la curación de un enfermo y la Virgen le dice: "Que se convierta y el año entrante recuperará la salud".

Lucía le suplica: "Señora: ¿quiere llevarnos a los tres al cielo?".

- Sí a Jacinta y a Francisco los llevaré muy pronto, pero tú debes quedarte aquí abajo, porque Jesús quiere valerse de ti para hacerme amar y conocer. El desea propagar por el mundo la devoción al Inmaculado Corazón de María.

- ¿Y voy a quedarme solita en este mundo?

- ¡No hijita! ¿Sufres mucho? Pero no te desanimes, que yo no te abandonaré. Mi corazón inmaculado será tu refugio y yo seré el camino que te conduzca a Dios.

Tercera aparición: 13 de julio de 1917.

Ya hay 4,000 personas. Nuestra Señora les dice a los videntes: "Es necesario rezar el rosario para que se termine la guerra. Con la oración a la Virgen se puede obtener la paz. Cuando sufran algo digan: ‘Oh Jesús, es por tu amor y por la conversión de los pecadores’".
La Virgen abrió sus manos y un haz de luz penetró en la tierra y apareció un enorme horno lleno de fuego, y en él muchísimas personas semejantes a brasas encendidas, que levantadas hacia lo alto por las llamas volvían a caer gritando entre lamentos de dolor. Lucía dio un grito de susto. Los niños levantaron los ojos hacia la Virgen como pidiendo socorro y Ella les dijo:

- ¿Han visto el infierno donde van a caer tantos pecadores? Para salvarlos, el Señor quiere establecer en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado de María. Si se reza y se hace penitencia, muchas almas se salvarán y vendrá la paz. Pero si no se reza y no se deja de pecar tanto, vendrá otra guerra peor que las anteriores, y el castigo del mundo por sus pecados será la guerra, la escasez de alimentos y la persecución a la Santa Iglesia y al Santo Padre. Vengo a pedir la Consagración del mundo al Corazón de María y la Comunión de los Primeros Sábados, en desagravio y reparación por tantos pecados. Si se acepta lo que yo pido, Rusia se convertirá y vendrá la paz. Pero si no una propaganda impía difundirá por el mundo sus errores y habrá guerras y persecuciones a la Iglesia. Muchos buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá que sufrir mucho. Varias naciones quedarán aniquiladas. Pero al fin mi Inmaculado Corazón triunfará.

Y añadió Nuestra Señora: Cuando recen el Rosario, después de cada misterio digan: "Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia".
Cuarta aparición: Agosto 1917.

Cuarta aparición. Esta no ue posible el 13 de agosto, porque ese día el alcalde tenía prisioneros a los 3 niños intentándo acerlos decir que ellos no habían visto a la Virgen. Aunque el alcalede no logró su propósito, la aparición sucedió unos días después.

La Sma. Virgen les dijo en la 4ª. Aparición: "Recen, recen mucho y hagan sacrificios por los pecadores. Tienen que recordar que muchas almas se condenan porque no hay quién rece y haga sacrificios por ellas". (El Papa Pío XII decía que esta frase era la que más le impresionaba del mensaje de Fátima y exclamaba: "Misterio tremendo: que la salvación de muchas almas dependa de las oraciones y sacrificios que se hagan por los pecadores).

Desde esta aparición los tres niños se dedicaron a ofrecer todos los sacrificios posibles por la conversión de los pecadores y a rezar con más fervor el Rosario.

Quinto aparición: 13 de Septiembre 1917.
Ya hay unas 12,000 personas. Nuestra Señora les recomienda a los videntes que sigan rezando el Rosario y anuncia el fin de la guerra. Lucía le pide por varios enfermos. La Virgen le responde que algunos sí curarán, pero que otros no, porque Dios no se confía de ellos, y porque para la santificación de algunas personas es más conveniente la enfermedad que la buena salud. E invita a todos a presenciar un gran milagro el próximo 13 de octubre.

Sexta y última aparición. 13 de octubre de 1917.

En este día hay 70,000 personas. La aparición dice a los tres niños: "Yo soy la Virgen del Rosario. Deseo que en este sitio me construyan un templo y que recen todos los días el Santo Rosario".

Lucía les dice los nombres de bastantes personas que quieren conseguir salud y otros favores muy importantes. Nuestra Señora le responde que algunos de esos favores serán concedidos y otros serán reemplazados por favores mejores. Y añade: "Pero es muy importante que se enmienden y que pidan perdón por sus pecados".

Y tomando un aire de tristeza la Sma. Virgen dijo estas sus últimas palabras de las apariciones: QUE NO OFENDAN MAS A DIOS QUE YA ESTA MUY OFENDIDO (Lucía afirma que de todas las frases oídas en Fátima, esta fue la que más le impresionó).

La Sma. Virgen antes de despedirse señaló con sus manos hacia el sol y entonces los 70,000 espectadores presenciaron un milagro conmovedor, un espectáculo maravilloso, nunca visto: la lluvia cesó instantáneamente (había llovido desde el amanecer y era mediodía) las nubes se alejaron y el sol apareció como un inmenso globo de plata o de nieve, que empezó a dar vueltas a gran velocidad, esparciendo hacia todas partes luces amarillas, rojas, verdes, azules y moradas, y coloreando de una manera hermosísima las lejanas nubes, los árboles, las rocas y los rostros de la muchedumbre que allí estaba presente. De pronto el sol se detiene y empieza a girar hacia la izquierda despidiendo luces tan bellas que parece una explosión de juegos pirotécnicos, y luego la multitud ve algo que la llena de terror y espanto.
Ven que el sol se viene hacia abajo, como si fuera a caer encima de todos ellos y a carbonizarlos, y un grito inmenso de terror se desprende de todas las gargantas. "Perdón, Señor, perdón", fue un acto de contricción dicho por muchos miles de pecadores. Este fenómeno natural se repitió tres veces y duró diez minutos. No fue registrado por ningún observatorio astronómico porque era un milagro absolutamente sobrenatural.

Luego el sol volvió a su sitio y los miles de peregrinos que tenían sus ropas totalmente empapadas por tanta lluvia, quedaron con sus vestidos instantáneamente secos. Y aquel día se produjeron maravillosos milagros de sanaciones y conversiones.

Y nosotros queremos recordar y obedecer los mensajes de la Sma. Virgen en Fátima: "Rezar el Rosario. Hacer oración y sacrificios por la conversión de los pecadores y NO ofender más a Dios, que ya esta muy ofendido".


Fuente: www.ewtn.com

Perfil de nuestro Párroco Pbro. Jaime Pereira

Jaime Lino Pereira Díaz, nace el día 29 de Abril del año 1.967, es hijo de Jaime Pereira Pinto y Miriam Josefina Díaz de Pereira, es el mayor de tres hermanos (Jaime, Yaismary y Rogelio). Sus estudios de primaria los realizó en el Colegio Parroquial Jesús María Marrero de Guarenas, Edo. Miranda.



A la edad de 11 años ingresa en el Seminario Menor María Madre de la Iglesia en Maracay donde realiza los estudios de bachillerato. Ingresa en 1984 a la Universidad Central de Venezuela donde cursa dos años de Administración de Empresas y decide en 1986 retomar los estudios superiores del Seminario.



Realiza sus estudios en los Seminarios de Mérida, Caracas, San Cristóbal y el ITER en Caracas.
Fue ordenado Diácono el 26 de Junio de 1994 y ordenado Presbítero el 06 de Noviembre del mismo año en la Catedral de Guarenas. Allí desarrolla su ministerio durante dos años. Entre 1996 y 2004 es Párroco de la Parroquia San Diego de Alcalá en Ocumare del Tuy, Edo. Miranda y presta servicio como Vicario Episcopal de la Vicaría la Resurrección del Señor de los Valles de Tuy entre 2001 al 2003. En el año 2.004 se gradúa de Abogado en la Universidad Católica Andrés Bello. A mediados del 2.004 es enviado a realizar estudios de Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma y retorna a Venezuela antes de culminar en el año 2.006 donde arriba a Puerto Cabello. Ha prestado servicio pastoral en las Parroquias San José Catedral, Virgen Del Valle y actualmente en Ntra. Sra. De Fátima.



Lectores de Eucaristías Mes Noviembre 2009

    _______________

Lunes 02-11: Haydee de Aguilar - Rosa de Guanipa - Lourdes Inojosa

Martes 03-11: Edgline Delgado - Netty Fernandez

Miércoles 04-11: Nancy de Lombardo - Ernestina de Salazar

Jueves 05-11: Isolina de Gonzalez - Hilda Maduro

Viernes 06-11: Ana María Avendaño - Virginia Pinto

Domingo 08-11: Pastoral Catequética

_______________

Martes 10-11: Aura de Hurtado - Daría Bordones

Miércoles 11-11: María Josefina Pérez - Ana Borges

Jueves 12-11: Olga García - Lidda de Lugo

Viernes 13-11: Lourdes Inojosa - Leonor Tallaferro

Domingo 15-11: Renovación Carismática - Grupo de Oración

_______________

Martes 17-11: William Cabrera - Rosa Serrano

Miércoles 18-11: Gabriela Durán - Yohana Pedroza

Jueves 19-11: Gabriela Bermúdez - Isabel Loyo

Viernes 20-11: María Fernanda Peña - Rita Colina

Domingo 22-11: Pastoral Litúrgica

_______________

Martes 24-11: Reina Acosta - Luisa Colina

Miércoles 25-11: Olga García - Katherine Hurtado

Jueves 26-11: Rosa Serrano - Dilia Paredes

Viernes 27-11: Ana María Avendaño - María Josefina Pérez

Domingo 29-11: Pastoral Bíblica

_______________













martes, 27 de octubre de 2009

Noviembre 01

EVANGELIO
Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 1-12a

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles: - «Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.»

La Teología y sus Fuentes

La fe y la razón (Fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad. Dios ha puesto en el corazón del hombre el deseo de conocer la verdad y, en definitiva, de conocerle a Él para que, conociéndolo y amándolo, pueda alcanzar también la plena verdad sobre sí mismo (FR 1).


KIERKEGAARD: decía un teólogo es el que enseña porque otro ha muerto crucificado.

Más allá de la amarga ironía y de la polémica que caracteriza esta expresión, ésta no deja de instruirnos sobre el fundamento mismo de la teología ofreciéndonos una valida contribución tratando de responder a la pregunta relativa de su naturaleza y a sus características fundamentales.

Tal fundamento de hecho está caracterizado en primer lugar por el Evento Cristo y este evento significa:

ENCARNACIÓN – VIDA – PASIÓN – MUERTE
RESURRECCIÓN -ASCENCIÓN


Este Evento Cristo fundamentalmente cuestiona al hombre y exige una respuesta radical en la cual él resulta profundamente incorporado. De esta manera es el acto de fe con el cual el hombre se abandona totalmente y libre a Dios. Vemos a un Dios que se revela (cfr. DV 1).

De esta manera podemos confirmar que subordinadamente al Evento Cristo que la teología cristiana parte del acto del hombre, que se adhiere con todo su ser a Dios, que se dona a Cristo. La totalidad de este don exige también una respuesta total e incondicional.

La radicalidad cristiana no admite medias tintas ni ofrece descuentos, el seguimiento a Cristo o es radical o no lo es.

LA TEOLOGÍA COMO CIENCIA

La aventura teológica comporta riesgos y al mismo tiempo exige respeto con una serie de reglas en el ejercicio de un estudio no siempre gratificante y emocionante. Muchas veces exigentes y pocas veces remunerativo.

En un cierto sentido la teología asume como propio los conocidos consejos evangélicos: POBREZA - CASTIDAD – OBEDIENCIA. Es pobre y eso la hace rica al mismo tiempo, es casta porque se dona y es obediente por ser libre.


FUENTES DE LA TEOLOGÍA

ESCRITURA: es la Palabra de Dios y ocupa en la Iglesia un lugar especial de preeminencia y veneración. Contiene el mensaje divino de la salvación que bajo la inspiración del Espíritu Santo que habló mediante los profetas fue redacta por escritores sagrados.

La Biblia es el alma de la teología, es el centro de la actividad del teólogo y su punto de partida. Una verdadera teología sin adecuados fundamentos bíblicos resultaría inviable (cfr. DV 24).

TRADICIÓN: el ser humano es un ser de tradición (todos nosotros estamos arraigados a una tradición) recibimos tradición y trasmitimos tradición.

La tradición es un elemento importante de la cultura humana. Todas las culturas tienen su tradición: por eso la tradición es memoria y capacidad de conservar el pasado, es una suma de esfuerzo de grupos humanos de transmitir.

El individuo no parte de cero, se apega en las experiencias de la comunidad, es inseparable la tradición del ser humano.

La tradición en la Iglesia: la tradición cristiana presenta algunos aspectos propios de la tradición. En general la tradición cristiana no es simplemente la corriente religiosa de un fenómeno cultural religioso. La tradición cristiana se fundamenta en Dios que se ha revelado en la historia.

Podríamos definir la tradición como el conjunto de contenidos doctrinales y espirituales que proceden directamente de Jesús y de los apóstoles, se refleja en las escrituras y se conservan y se desarrollan históricamente en el seno de la Iglesia (cfr. DV 8).

MAGISTERIO: es la expresión con que la Iglesia Católica se refiere a la función o autoridad de enseñar que tiene el Papa (magisterio pontificio) y los obispos que están en comunión con él.

Dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “el oficio de interpretar auténticamente la Palabra de Dios, ha sido encomendada sólo al magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo” (DV 10), es decir, a los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el obispo de Roma.

Dentro del Magisterio Eclesiástico se distinguen el Magisterio Solemne (o extraordinario) y el Magisterio Ordinario. Según la doctrina católica, el primero es infalible (no puede contener errores) e incluye las enseñanzas infalibles de los Papas y de los Concilio y el llamado Magisterio Ordinario Universal.

Lo contenido en el Magisterio Sagrado es irrevocable, es decir, no puede contradecirse ni aún por el Papa o los Concilios, quedando fijado para siempre.

El magisterio Ordinario consiste en las enseñanzas no infalibles de los Papas y los concilios, las de los obispos y las conferencias episcopales, y aunque el fiel católico debe creerlo y proclamarlo cabe que decisiones ulteriores del magisterio alteren o contradigan su contenido anterior.

Dice el Código de Derecho Canónico: se ha de creer con fe divina y católica todo aquello que se contiene en la Palabra de Dios escrita o transmitida por tradición, es decir, en el único depósito de la fe encomendada a la Iglesia, y que además es propuesto como revelado por Dios, ya sea por el magisterio solemne de la Iglesia, ya por su magisterio ordinario y universal, que se manifiesta en la comunión adhesión de los fieles bajo la guía del sagrado magisterio; por tanto, todos están obligados a evitar cualquier doctrina contraria (canon 750).

La obligación del fiel católico es creer y defender activamente todo lo que enseña el Magisterio Eclesiástico Sagrado, «con la plenitud de su fe», y también lo que enseña el Magisterio Ordinario, pero con un grado menor.


LA TEOLOGÍA Y SU OBJETO

Lo anterior es lo que quiere sintetizar San Anselmo cuando nos da una precisa y breve definición de teología: fides querens intellectum. Se trata de una contemplación de la fe, con un elemento dinámico de búsqueda de sentido: el trabajo científico y racional puesto a su servicio. Por consiguiente la teología parte de la fe -que es y será siempre un don gratuito de Dios y no la conclusión de un estudio profundo o de una investigación científica para demostrar una verdad- con miras a buscar su desarrollo y crecimiento, para hacer hasta cierta medida comprensible al ser humano la revelación de la salvación, la cual es el origen constitutivo de la teología y fuente de sus contenidos teológicos, como también fundamento de sus certezas.

El objeto de la teología en general es la vida y la doctrina de fe de la Iglesia en su referencia a la revelación de Dios uno y trino; y la pregunta que se plantea es la siguiente: ¿qué significa, cómo puede interpretarse y hacerse comprensible la doctrina de la revelación de Dios en Cristo atestiguada por la fe y la predicación de la Iglesia?(1) Desde este punto de vista, sin embargo, es necesario tener siempre presente que Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, constituye la automanifestación de Dios y la revelación plena e insuperable de la verdad última del hombre y de la historia y, por lo tanto, viene a ser la clave de interpretación para comprender el sentido último del hombre y de la realidad(2). Sintetizando todos estos elementos podemos afirmar que el objeto de la teología es: Dios, nuestra salvación, tal como se ha manifestado en y por Jesucristo, proclamado y vivido en la fe de la Iglesia(3).

La teología pretende en fin de cuentas humanizar el acto de fe, mostrando cómo la vida del creyente no es ajena a los problemas que agobian al mundo, sino que, por el contrario, trata de responder a los anhelos y angustias del hombre. Por esta misma razón su elaboración exige una gran seriedad y estar permanentemente abierta a una pluralidad de formas de expresión(4), para que se adapte y responda a cada época y a cada cultura, pero manteniendo la unidad de la fe que, como hemos dicho, constituye el núcleo central que pretende explicitar y hacer comprensible.


SUJETO DE LA TEOLOGÍA

Ahora bien, quien pregunta es la misma comunidad eclesial, de tal manera que ella constituye el sujeto propio de la teología. En efecto, es en la Iglesia donde se escucha y se recibe la Palabra de Dios y el teólogo, por consiguiente, es un creyente, miembro de esa comunidad, que pone al servicio de ella su reflexión y su trabajo de investigación. La teología tiene entonces un profundo sentido eclesial, en cuanto que busca el crecimiento de la fe y el desarrollo del testimonio de la caridad.

La Iglesia en realidad ha sido consciente de que ella es el sujeto propio de la fe, y por esta razón la comunidad eclesial es el “yo” del credo(5), de tal manera que el cristiano no cree aisladamente en Jesucristo, sino que cree junto con toda la Iglesia. Sólo la Iglesia nos conduce, por la fuerza del Espíritu Santo, al único Cristo de ayer, hoy y siempre y nos introduce en la comunidad de todos los que han creído en él.

(1) Cf. Pozzo G., “Método. Teología sistemática” en: aa.vv., Diccionario de Teología Fundamental, 913.
(2) Nos dice el Vaticano II: “En realidad, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. [...] todas las verdades encuentran en Cristo su fuente y su corona. [...] Este es el gran misterio del hombre que la Revelación cristiana esclarece a los fieles. Por Cristo y en Cristo se ilumina el enigma del dolor y de la muerte, que fuera del Evangelio nos envuelve en absoluta oscuridad. Cristo resucitó; con su muerte destruyó la muerte y nos dio la vida, para que, hijos en el Hijo, clamemos en el Espíritu: ¡Abba!, ¡Padre!” Constitución Pastoral gaudium et spes, 22.
(3) Ruiz O., Jesús, Epifanía del amor del Padre, 29.
(4) Cf. Documento de Puebla 376.
(5) Cf. Ratzinger J., “Las dimensiones del problema” en Comisión Teológica Internacional El pluralismo teológico 35-36.

Formación Doctrinal

Amar a Dios con toda la mente exige conocer del modo más extenso y profundo posible los misterios del Ser de Dios y de sus obras. No se puede amar -ni dar a conocer- lo que no se conoce. "No se comprende que un cristiano diga que ama a Jesucristo y no tenga deseos de conocerle".

La ignorancia es el gran enemigo de Dios en el mundo, y es preciso ahogar el mal en abundancia de bien. Es lógico que Dios haya querido para nosotros una formación doctrinal-religiosa muy profunda, que nos exige esfuerzo. Pero no podemos esperar "unas iluminaciones extraordinarias de Dios, que no tiene por que darnos, cuando nos da unos medios humanos concretos: el estudio, el trabajo. Hay que formarse, hay que estudiar.

Importancia y necesidad de la formación en la fe
«Estad siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza» (1Ped 3,15). Esta era la invitación de Pedro a los primeros cristianos que debían moverse en un mundo pagano y hostil. Un mundo que guarda muchas semejanzas con el nuestro y en el que, no obstante la acción transformadora del cristianismo durante veinte siglos, asistimos a un florecimiento de nuevas formas de paganismo y secularismo.

Para poder dar razón de nuestra fe y para vivirla con autenticidad necesitamos primero conocerla y estar convencidos de ella. Ciertamente nuestra fe es un don gratuito que hemos recibido de Dios, pero esto no significa que haya de ser irracional y ciega. Tenemos motivos para creer.
Vivimos en un ambiente en el que continuamente se ponen en tela de juicio e incluso se atacan frontalmente nuestras creencias y valores más importantes. Está cada vez más difundida una mentalidad y un estilo de vida contrarios al Evangelio y a la verdadera dignidad de la persona humana. Y esto lo constatamos no sólo en algunos medios de comunicación y campañas publicitarias, o en los programas de educación y en la legislación de algunos gobiernos, sino incluso en las conversaciones ordinarias con los compañeros de trabajo o con los amigos. Da la impresión de que ser «moderno» y «católico» se contraponen, más aún, que son realidades incompatibles.

Muchos, ante esta situación, se sienten confundidos y no saben cómo reaccionar a los problemas. Otros se limitan a encogerse de hombros en silencio o, a lo sumo, responden con un «la Iglesia lo dice», pero no saben por qué lo dice y ni siquiera se lo han planteado. Algunos parece que viven su fe y su condición de católicos con un cierto complejo de inferioridad, como avergonzados por el hecho de serlo. No faltan tampoco los que adoptan la actitud defensiva y se repliegan en un conservadurismo de tinte radical y polémico; alzan la voz pero no los argumentos y el efecto que obtienen en ocasiones es el contrario. Porque la verdad cuando es proclamada sin caridad deja de ser cristiana.

Quizá los fenómenos más difundidos en nuestra sociedad, sobre todo en los países más desarrollados, sean el subjetivismo religioso y el «ateísmo práctico». El subjetivismo en campo religioso es fruto de una concepción de la fe como un mero sentimiento o convicción subjetiva, y no como una aceptación firme de cuanto Dios nos ha revelado y la Iglesia nos transmite. Por eso hoy día hay tantos hombres y mujeres, incluso católicos, que se crean una «religión a la carta», un catolicismo según los propios gustos. El ateísmo práctico se da cuando, aun aceptando teóricamente a Dios y las verdades que la Iglesia nos transmite, se vive la vida personal, familiar y profesional guiados por valores e intereses contrarios al Evangelio.
Hay también quien sucumbe al escepticismo y renuncia a conocer la verdad. Esta indiferencia ante la verdad es una manera cómoda e infantil, por no decir egoísta, de afrontar la vida; además de no resolver los interrogantes profundos de la existencia humana, no conduce a esa felicidad que sólo puede hallarse en la posesión de la verdad. A pesar de todos estos fenómenos, existen también, gracias a Dios, los católicos que viven su fe con alegría y convicción. Conocen su fe, buscan vivirla con autenticidad y son capaces de comunicarla a cuantos viven a su alrededor. Estos son un consuelo y una grandísima esperanza para Cristo y para la Iglesia.

Resulta cada vez más evidente, queridos hermanos, que difícilmente podremos vivir nuestra fe, y menos aún dar testimonio convincente de ella ante los demás, si no la conocemos. Me pregunto cuántos de nosotros tenemos un conocimiento al menos suficiente de las verdades de la fe y de la moral católica. Cuántos seríamos capaces de exponer de manera convincente, por ejemplo, la postura de la Iglesia sobre el celibato sacerdotal o el sacerdocio femenino, sobre la indisolubilidad del matrimonio, el aborto, la anticoncepción, etc. Y pasando al campo doctrinal, me pregunto cuántos de nosotros tenemos un conocimiento preciso sobre la historicidad de los evangelios, la divinidad de Jesús, la necesidad de la Iglesia para la salvación, la doctrina sobre los sacramentos.

No es fácil en la actualidad encontrar católicos bien preparados, con las ideas claras. Y para ello no basta con la catequesis que recibimos de niños. Resultaría ridículo, aparte de imposible, querer ponernos el vestido de nuestra primera comunión; igualmente resultaría ridículo responder a los interrogantes de nuestra vida adulta con los simples conocimientos aprendidos en la infancia. «Cuando yo era niño –nos confiesa san Pablo-, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño» (1Cor 13,11). A la edad adulta corresponde una fe adulta, es decir, cultivada y profundizada con seriedad y método. Y esto sólo se logra con la oración y con una formación permanente y metódica.

Cada vez me convenzo más de que muchos casos de abandono de la Iglesia o de enfriamiento en la fe tienen su causa, en el fondo, en un insuficiente conocimiento de la misma. No se conoce la fe. En ocasiones se desconoce el credo, cuántos son los sacramentos o los mandamientos de la ley de Dios, cómo se desarrolló la vida de Jesús. En estos casos me parecen comprensibles las defecciones, porque una fe que no se conoce no se aprecia ni se defiende. Sería más justo afirmar que no es la fe católica la que no les convence sino, más bien, la visión parcial que de ella se han creado.

¡Qué importante es cultivar nuestra fe también con una buena preparación doctrinal! Si en el campo profesional, la ignorancia y el no estar al día en los problemas y en las nuevas técnicas pueden costar caro, la ignorancia en el campo de la fe y de la moral es todavía más perniciosa, pues del modo como vivamos ahora nuestra relación con Dios depende nuestra eternidad.

Son muy elocuentes y claras, al respecto, las palabras que el Card. Ratzinger pronunció en su homilía durante la misa inicial del cónclave que lo elegiría Papa (18 de abril de 2005): «La pequeña barca del pensamiento de muchos cristianos ha sido agitada con frecuencia por estas ondas, llevada de un extremo al otro, del marxismo al liberalismo, hasta el libertinaje; del colectivismo al individualismo radical; del ateísmo a un vago misticismo religioso; del agnosticismo al sincretismo, etc. (…) Tener una fe clara, según el Credo de la Iglesia, se etiqueta a menudo como fundamentalismo. Mientras el relativismo, es decir, el dejarse llevar “aquí y allá por cualquier viento de doctrina” parece la única actitud a la altura de los tiempos que corren. Toma forma una dictadura del relativismo que no reconoce nada que sea definitivo y que deja como última medida solo al propio yo y a sus deseos. Nosotros, sin embargo, tenemos otra medida: el Hijo de Dios, el verdadero hombre. El es la medida del verdadero humanismo. “Adulta” no es una fe que sigue las olas de la moda y la última novedad: adulta y madura es una fe profundamente enraizada en la amistad con Cristo».

Estimados hermanos, la falta de formación debida a la negligencia personal no se suple con nada, ni siquiera con la buena voluntad. Por el contrario, la santidad y la buena preparación son un instrumento maravilloso en las manos de Dios.

lunes, 26 de octubre de 2009

Objetivos de La Formación Parroquial para Laicos

OBJETIVO GENERAL:

Estando conscientes de las fuertes sombras en la formación de los laicos de nuestra parroquia, esta formación parroquial tendrá como fin proporcionar a los laicos, en todas las etapas de su vida, una formación desde la fe, gradual, integral, continua y progresiva: desde el anuncio kerigmático hasta ayudarlos a discernir su vocación bautismal.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

Animar a los laicos hacia un compromiso eclesial adulto, cualificado y misionero, en el seno de una Iglesia ministerial, que va tomando formas concretas en los nuevos ministerios que ellos irán asumiendo.

Impulsar la incorporación de los laicos al trabajo pastoral, en la misión de evangelizar en todas las comunidades que conforman la parroquia y en asuntos de la sociedad civil. Promover la sólida e integra formación de los agentes de pastoral para facilitar la formación de formadores.

Suscitar el diálogo de los laicos con sus pastores, en el marco de una eclesiología de comunión, integrado también al trabajo de los movimientos apostólicos en la pastoral de conjunto y respetando el carisma y autonomía de cada uno.

Formacion Parroquial para Laicos FPL

Tenemos la oportunidad de conocer doctrinalmente los preceptos, normas de nuestra Iglesia Universal.


Por eso te invitamos a la Formación Parroquial para Laicos (F.P.L.) bajo la coordinación de nuestro párroco.

El Horario es:
Miércoles de 07:oopm a 07:45pm

Lugar:
Capilla María Auxiliadora en la Urbanización La Belisa. Sede Parroquial

domingo, 25 de octubre de 2009

Renovación Carismática

La Renovación Carismática, -Grupo de Oración Fe y Amor-, de nuestra comunidad fue fundada en 1.974 y cuenta con numerosos hermanos en la Fe que unidos a los demás fieles católicos forman el gran pueblo de Dios que es la Iglesia.
En su historia el Movimiento cuenta con diversos logros entre ellos podemos destacar:
  • Promover el compromiso a su vocación bautismal que es la santidad de muchos fieles.
  • Propiciar en los hogares la oración por la promoción de las vocaciones sacerdotales y religiosas, teniendo como resultado un sacerdote salido de sus filas.

Actualmente tiene a los siguientes integrantes:

Aura de López (coordinadora), Debora Colina (coordinadora), Rosa de Guanipa (sub-coordinadora), Nancy de Lombardo, Melanía de Rojas, Netty Fernandez, Ana de Terán, Olga de García, Lilian de Flores, Daría de López, Hilda de Ibarra, Isolina de Gonzalez, Gisela Romero, Lourdes Piña, Martha Mijares, María de Fuentes, Andrea de Soto, Rafaela de Salinas, Rita de Colina, Rosa de Ojeda, Esperta de Gonzalez, Hilda Pedrá, Carlos León, Raiza Terán, Hilda de Maduro, Ana de Páez, Lidda de Lugo, Leonor de Mendoza.

Pastoral Vocacional - Hoja de Vida

La Pastoral Vocacional es el ente encargado de la promoción vocacional en nuestra Diócesis, por su importancia se crea en nuestra parroquia un equipo de agentes de pastoral vocacional que tienen la responsabilidad de la promoción en los sectores que comprenden nuestra comunidad parroquial, a traves de charlas, carteleras, anuncios en las misas dominicales.
Equipo de Agentes de nuestra Parroquia:
Isolina de González, Netty Fernández, Virginia Pinto, Ana Borges de Sánchez, Presentación Gutiérrez, Ernestina de Salazar, María de Marroquí.
Las reuniones de los Agentes de Pastoral se efectúan con el asesor Pbro. Sergio Valentino Medina.

sábado, 24 de octubre de 2009

Pastoral Bíblica - Hoja de Vida

El 17 de febrero de 2.002 se crea en nuestra Parroquia esta Pastoral siendo su Coordinador al Sr. Oscar Salazar.

La Pastoral actual esta conformada de la siguiente manera: Leonor Tallaferro (Coordinadora), Isolina de Gonzalez (Sub-Coordinadora), Ana de Sánchez (Tesorera), Haydee de Aguilar (Secretaria), Bienvenida García, María de Pérez, Ernestina de Salazar, María de Marroquí, Lidda de Lugo, Daría Bordones, Melanía de Rojas, Presentación Gutiérrez, Virginia Pinto, Carlos León, José Parra.

Las reuniones son semanales y tienen como norte estudiar el Evangelio dominical de la semana y practicar la Lectio Divina. Así como el estudio de la Sagrada Escritura.

Logros Realizadas desde su formación como Pastoral

Esta pastoral ha brindado el apoyo necesario para la conformación de la Pastoral Bíblica en otras parroquias de la Diócesis, entre ellas: San José Obrero, San Miguel Arcángel, Virgen del Valle.

Pastoral Litúrgica - Hoja de Vida

Se inició el 21 de Enero de 2.002 bajo la dirección del Pbro. Gerson Duque y siendo Obispo de la Diócesis Monseñor Ramón Linares.

Cabe destacar que actualmente el Coordinador Diocesano de la Pastoral de Liturgia es Yobal Rodríguez (quien es de nuestra comunidad parroquial).

En nuestra organización a nivel Parroquial el coordinador es el Sr. Nelson Sumoza y adicionalmente al equipo de Lectores los coordina la Sra. Haydee de Aguilar.

Seis son nuestros Ministros Extraordinarios de la Eucaristía: Nelson Sumoza, Rosa de Guanipa, Netty Fernández, José Parra, -ellos prestan su servicio en la sede parroquial-, Yobal Rodríguez -presta sus servicios en la Capilla Santa Eduvigis-y Silvia de Jimenez -presta sus servicios en la Capilla María La Milagrosa-.

Actividades

Las reuniones se realizan semanalmente, los días Lunes, siguiendo los lineamientos la Pastoral Litúrgica Diocesana.

Se han realizado Convivencias con las diferentes pastorales, grupos y movimientos de la parroquia en varias ocasiones.

Actualmente el equipo de Liturgia y Lectores estamos conformados así:

  1. Mercedes de Viera
  2. Rosa de Serrano
  3. Ernestina de Salazar
  4. Olga de García
  5. Rosa de Guanipa
  6. Ana María Avendaño
  7. Edgline Delgado
  8. Virginia Pinto
  9. Lourdes Piña
  10. Lourdes Inojosa
  11. Ana Borges
  12. José Parra
  13. Haydee de Aguilar
  14. Teresa Villegas
  15. María Auxiliadora Balaguer
  1. María Josefina de Pérez
  2. Hilda Maduro
  3. Gabriela Bermudez
  4. Isolina de Gonzalez
  5. Leonor Tallaferro
  6. Nancy de Lombardo
  7. Daría Bordones
  8. Aura de Hurtado
  9. Dilia Paredes
  10. Lidda Lugo
  11. Isabel Loyo
  12. Melania de Rojas
  13. Ana Manrique
  14. Luisa Colina
  15. Rita Colina

viernes, 23 de octubre de 2009

Pastorales, Movimientos y Grupos de la Parroquia Nstra. Sra. de Fátima

Nuestra comunidad parroquial esta siempre en continuas actividades, es viva y organizada, muestra de ello son las diferentes y muy diversas Pastorales, Movimientos y Grupos que actualmente tenemos:

Pastorales

  • Pastoral Litúrgica
  • Pastoral Bíblica
  • Pastoral Catequética
  • Pastoral de Medios
  • Pastoral Vocacional

    Movimientos
  • Renovación Carismática
  • Neo-Catecumenales

    Grupos
  • Grupo Juvenil
  • Reseña Histórica de Nuestra Parroquia

    La Parroquia Nuestra Señora de Fátima fue creada por el Excelentísimo Monseñor Ramón Antonio Linares Sandoval, primer obispo de la Diócesis de Puerto Cabello, el 18 de Noviembre de 2001, la sede parroquial se encuentra ubicada en la capilla María Auxiliadora en la Urbanización La Belisa, hasta que se construya el complejo parroquial en la Urbanización Cumboto Norte.

    La jurisdicción de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima está comprendida por las siguientes comuninades: EL Milagro, Bartolomé Salóm, Cumboto Norte, Cumboto Sur, Barrio San Pedro, Barrio Makro, Barrio Sagrado Corazón de Jesús, Residencias Puerto Dorado y Urbanización La Belisa.

    Linderos
    Por el Norte: Costa del Mar Caribe desde el Río San Esteban hasta la intersección con la línea que se prolonga desde calle La Flecha Avenida 48 en Barrio Andrés Eloy Blanco hasta el Mar.

    Por el Este: Río San Esteban desde su desembocadura en el Mar hasta su intersección con la línea del ferrocarril.

    Por el Sur: Línea del ferrocarril desde el Río San Esteban hasta su cruce con calle La Flecha Avenida 48.

    Por el Oeste: Calle La Flecha, Avenida 48 desde su cruce con la linea del ferrocarril hasta la autopista y desde alli en linea recta hasta el Mar.

    jueves, 22 de octubre de 2009

    "EL Bautismo"

    Qué es el Bautismo?
    Es el sacramento que nos inicia en la vida cristiana. Nos hace Hijos de Dios y miembros de la Iglesia.


    Cuando los niños nacen, inmediatamente los papás le ponen un nombre, pues saben que es muy importante llamarlo de alguna manera para poderlos registrar y para que sean “alguien en especial”, con nombre y apellido, para que sean ciudadanos del país en que nacieron. Lo que hace que tengan derechos y obligaciones.

    Sin embargo, no sucede lo mismo con el Bautismo, a veces no le damos la importancia que tiene o estamos confundidos porque escuchamos diferentes opiniones y nos olvidamos de que la Biblia nos dice: “El que crea y se bautice se salvará”. (Mc. 16, 16)

    Como todos sabemos, los hombres nacemos con el “pecado original” que cometieron nuestros primeros padres, Adán y Eva.

    Como Dios nos ama mucho y sabía que mientras estuviésemos en pecado, no podríamos vivir en amistad con Él, nos envió a su Hijo Jesucristo, quien se hizo hombre como nosotros para salvarnos y hacer posible la vida de amor con Dios.

    Para ello Cristo, murió en la cruz y resucitó. De esa manera venció al pecado e hizo posible que nosotros podamos morir al pecado y nacer de nuevo a la vida de Dios. Todo ello, gracias al Bautismo.

    Todos nacemos separados de Dios, es decir, “muertos a la vida de Dios” por el pecado original y nacemos a la vida de Dios, a la vida espiritual, al recibir el Bautismo.

    El Bautismo, como todos los otros sacramentos fue instituido por Cristo. Él le dio el mandato a los apóstoles de “ir y bautizar” a todas las creaturas.

    Por el Bautismo, Dios nos da el DON, el regalo, de ser hijos de Él, dándonos su mismo Espíritu, para que habite en nosotros. A partir de ese momento Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, la Santísima Trinidad, habitarán en el bautizado.

    La materia que se utiliza en el Bautismo es el agua natural.

    La forma son las palabras que dice el ministro: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”, las cuales deben pronunciarse al mismo tiempo que corre el agua.

    El ministro normalmente es el sacerdote. En caso de necesidad, es decir, cuando un niño o un adulto se encuentra en peligro de muerte y no es posible que el sacerdote esté presente, lo puede administrar cualquier persona, siempre y cuando tenga la intención de hacerlo y use la materia y la forma correspondiente. Y hay que notificar a la parroquia para que quede registrado y, en caso de que viva, para que pueda recibir la ceremonia del Bautismo solemne.

    Cuando no se sabe si la persona que se va a bautizar está viva o muerta, antes de decir la forma se añaden las siguientes palabras: ”Sí estás vivo, yo te bautizo ............ “.

    El sujeto es toda persona que no haya sido bautizada:

    Adultos: se necesita tener la intención de recibir el Bautismo, que tengan fe, y que estén arrepentidos de sus pecados.

    Niños: los padres tienen la obligación de bautizar a sus hijos lo antes posible después de su nacimiento. Es derecho de los hijos el recibir de sus padres todos los dones y valores para su desarrollo humano y cristiano, el Bautismo es el don más preciado que tienen los padres, “el don de la vida de gracia”. Así como se les registra para que obtengan sus derechos, se les debe hacer hijos de Dios, hacerlos partícipes de la fe de sus padres, que es lo más importante, haciéndolos cristianos.

    Requisitos para el Bautismo:
    Los padres tienen la obligación de hacer que los hijos sean bautizados en las primeras semanas. Cuanto antes después del nacimiento e incluso antes de él, acudan al párroco para pedir el sacramento para su hijo y prepararse debidamente. (CIC 867)
    Sólo los papás tienen el derecho de llevarlos a bautizar.
    En caso de adultos manifestar su deseo de bautizarse y asistir a pláticas de preparación.
    Presentar el acta de nacimiento ante el sacerdote o su representante.
    Tomar las pláticas prebautismales los papás y los padrinos.

    Padrinos: son aquellos que presentan en la Iglesia al bautizado, contestan en su nombre y asumen la responsabilidad de la educación cristiana del bautizado si faltan sus padres. Se requiere de un padrino y una madrina en caso de los niños. En el caso de un adulto debe de ser uno solo, que debe de vigilar que lleve una vida cristiana después de ser bautizado. Ser padrinos no implica asumir responsabilidades materiales.

    Requisitos para ser padrinos: Ser bautizado y tener la intención de asumir las responsabilidades, tener uso de razón, haber cumplido 16 años, estar confirmado, haber hecho su Primera Comunión y llevar una vida de fe. Los padrinos han de ser solteros o casados por la Iglesia. No pueden vivir en unión libre, ya que deben de ser modelos de vida cristiana para los ahijados.

    miércoles, 21 de octubre de 2009

    Horario de Celebraciones Litúrgicas

    Capilla María Auxiliadora. Urbanización La Belisa. - Sede Parroquial
    Horario de Misas
    Martes, Miércoles, Jueves y Viernes
    Hora: 06:00pm
    Misa Dominical
    Hora: 09:30am

    Bautizos
    Sábados
    Hora: 04:30pm

    Capilla María Milagrosa. El Milagro
    Misa Dominical
    Hora: 08:00am
    Capilla Santa Eduvigis. Bartolomé Salóm.

    SábadosHora: 06:00pm

    sábado, 17 de octubre de 2009

    MINISTERIO DE LA PALABRA

    EL LECTOR.
    Existe el ministerio instituido del lector, al igual que el del acólito. Este ministerio requiere la designación nominal de parte del Obispo diocesano mediante un decreto canónico y el rito previsto en el Pontifical Romano.
    Generalmente, se confía este servicio a algunos fieles por algún tiempo sin establecerlo en forma permanente por medio de la institución.
    “La asamblea litúrgica necesita lectores, aunque no estén instituidos para esta función. Hay que procurar, que por tanto, que haya algunos laicos, los más idóneos, que estén preparados para ejercer este ministerios” (OLM 52).
    Un requisito básico para que un laico pueda ejercer esta función es que “sea idóneo”, es decir, que tenga capacidad, no solo de “leer” inteligentemente, sino de “proclamar”, o sea, de “comunicar” la Palabra de Dios a sus hermanos. No todos tienen ese don.
    Puede ser un lector, un hombre, una mujer, un joven, y también niños con tal que sepan proclamar bien, y únicamente textos de fácil comprensión, al alcance de ellos (por ejemplo, relato de la vocación d Samuel).
    Cada parroquia o comunidad debería tener un grupo de lectores bien formados, y que hayan preparado la lectura del texto bíblico. Nunca se debe improvisar y llamar a último momento a cualquier persona para que suba al ambón sin haber leído previamente el texto. En caso de que no haya ningún lector preparado, es preferible que el sacerdote mismo proclame la Palabra.

    El rol del lector
    El lector proclama las lecturas de la Sagrada Escritura, excepto el Evangelio, (debe ser un ministro ordenado). Puede también leer las intenciones de la Oración Universal, y si no hay salmista, proclamar el salmo reponsorial. (Pero es preferible que lo proclame un salmista). (IGMR 66)
    El lector, aunque sea laico, tiene una función propia en la celebración eucarística, y debe ejercerla aunque haya ministros de orden superior.
    Lecturas bíblicas y oración universal se proclaman desde el ambón.
    Además:

    • Los lectores cuidarán su presentación y evitarán el uso de ropas deportivas u otras que desdigan de la nobleza de su oficio.
    • No leerán en hojas sueltas, sino en libros realmente “dignos, decorosos y bellos” (OLM 35).
    • Prepararán previamente las lecturas para comprender bien los textos y evitar equivocaciones. Las proclamarán en voz alta y clara, y con conocimiento de lo que leen, (OLM 14).
    • El lector es uno en cada lectura. Excepcionalmente, podrá una lectura hacerse con la participación de varios lectores, con el fin de ayudar a la comprensión del texto con alguna dramatización, al modo de la lectura de la Pasión en Semana Santa.
    • Procurarán conocer bien los elementos de la amplificación para usarlos en forma adecuada y provechosa.