miércoles, 14 de mayo de 2014

13 de Mayo, Fiesta de Nuestra Señora de Fátima


La Iglesia católica conmemoró el pasado 13 de mayo los 97 años de la aparición de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, en la Diócesis de Puerto Cabello se llevaron a cabo dos celebraciones Eucarísticas, la primera organizada por la comunidad portuguesa que hace vida en la ciudad la cual se efectuó en la parroquia Nuestra Señora del Carmen en El Palito en horas de la mañana y fue presidida por Monseñor Saúl Figueroa acompañado de los presbíteros Wolfang González y Alexander Chacón, posteriormente a las 6:00 de la tarde en la Capilla María Auxiliadora de la parroquia Fátima sector la Belisa, se llevo a cabo la segunda Eucaristía oficiada igualmente por el Obispo de la Diócesis acompañado del párroco Jaime Pereira y del padre Carlos Faneitte.


Durante la homilía Monseñor destaco la importancia de la Madre de Dios en nuestras vidas; “Tenemos una madre que esta vigilante, pendiente de cada uno de nosotros y que nos genera confianza en Dios, somos vulnerables pero Ella está para ayudarnos a celebrar nuestra conversión a cumplir con Dios como católicos y responder a nuestra fe”. Además el Obispo animo a los feligreses a trabajar unidos en la construcción de la Iglesia de Fátima que pudiera cristalizarse en un futuro no muy lejano que pudiera ser para celebrar los 100 años de la aparición de la virgen. 





Su historia
En el año 1916, cuando la guerra se había extendido sobre Europa y Portugal, en una de las colinas que rodean Fátima, tres pequeños campesinos portugueses: Lucía de 9 años, Francisco de 8 y Jacinta de 6, se encontraron con una resplandeciente figura que les dijo: "Soy el Angel de la Paz". Durante aquel año vieron dos veces la misma aparición. Los exhortó a ofrecer constantes "plegarias y sacrificios" y a aceptar con sumisión los sufrimientos que el Señor les envíe como un acto de reparación por los pecados con los que El es ofendido.

El 13 de mayo de 1917, se les apareció una "Señora toda de blanco, más brillante que el sol", a quien Lucía preguntó de dónde venía; ella respondió: "Vengo del cielo". Les pidió que regresaran al mismo lugar durante seis meses seguidos, los días trece. El hambre, la sed, las burlas de los que no creían en las apariciones (incluyendo a la familia de Lucía), los ofrecían como la Señora lo había pedido, por la conversión de los pecadores.

El 13 de junio de ese año, mientras se celebraba a San Antonio, patrono de Fátima, Nuestra Señora se apareció nuevamente a los tres niños. Alrededor de 50 personas se encontraban con ellos en Cova. La Señora dijo que Jacinta y Francisco irían pronto al cielo, que Lucía permanecería para ayudar a establecer el culto al "Sagrado Corazón de María". El 13 de julio de 1917, se trató de impedir que Lucía asistiera a este encuentro que fue uno de los más extensos y en el cual los niños tuvieron una visión del infierno que les despertó un anhelo de oración y penitencia incontenibles. Además les fue prometido que en octubre se realizaría un milagro para demostrar la verdad de las apariciones. En agosto de ese mismo año, el anticlerical administrador de Ourem, con engaños alejó a los tres pastores de Fátima y logró impedir que asistieran a la cita del día trece.

El 13 de octubre de 1917 alrededor de 70,000 personas habían llegado al lugar para presenciar el milagro de Fátima. Ese día, el sol se podía mirar sin cerrar los ojos y como un prisma gigantesco, cubría el cielo con franjas de colores. Luego giró 3 veces y se precipitó en "zig zag" hacia la multitud. La gente quedó conmovida y convencida de la veracidad de las apariciones. Antes de que pasaran tres años, Jacinta y Francisco habían muerto ya. Lucía fue religiosa con las hermanas de Santa Dorotea desde 1925.

En preparación para las apariciones de Nuestra Señora, un ángel quien se identificó como el Ángel de Portugal, le habló en primer lugar a los niños diciéndoles: "No teman. Yo soy el ángel de la Paz. Recen conmigo".
Luego él se arrodilló, doblándose hasta tocar el suelo con su frente y rezó: "Dios mío, yo creo, yo adoro y yo te amo!, te pido perdón por aquellos que no creen, no adoran, no confían y no te aman!" El dijo esta oración tres veces. Cuando se paró, les dijo a los niños "Recen así. Los corazones de Jesús y María están atento a la voz de sus suplicaciones" El dejó los niños quienes empezaron a decir esta oración frecuentemente.

Lucía de Jesús
La principal protagonista de las apariciones, nació el 22 de marzo de 1907. En Aljustrel, perteneciente a la parroquia de Fátima.
El día 17 de junio de 1921 ingresó en el Asilo de Vilar (Porte), dirigido por las religiosas de Santa Dorotea. Después fue para Tuy, donde tomó el hábito y le pusieron el nombre de María Lucía de Los Dolores.
Hizo su profesión religiosa de votos temporales el 3 de octubre de 1928 y el 3 de octubre 1934 los perpetuos. En el día 24 de marzo de 1948 ingresó en el Carmelo de Santa Teresa en Coimbra, tomando el nombre de Hermana María Lucía del Corazón Inmaculado. En el día 1 de mayo de 1949 hizo sus votos solemnes.
La Hermana Lucía vino a Fátima varias veces: el 22 de mayo de 1946; el 13 de mayo de 1967; en 1981 para dirigir en el Carmelo de Fátima un trabajo de pintura sobre las apariciones; el 13 de mayo de 1982 y el 13 de mayo de 1991.
Fue llamada a la Casa del Padre el 13 de febrero de 2005.

Francisco Marto

Nació en Aljustrel, Fátima, el 11 de Junio de 1908. Fue bautizado el 20 de Junio de 1908.
Cayó victima de la neumonía en Diciembre de 1918 y falleció en Aljustrel a las 22 horas del día 4 de Abril de 1919.
Sus restos mortales quedaron sepultados en el cementerio parroquial de Fátima hasta el día 13 de marzo de 1952, fecha en que fueron trasladados para la Basílica de Cova da Iria (lado derecho según se entra).
Su gran preocupación era la de “consolar a Nuestro Señor”. El Espíritu de amor y reparación para con Dios ofendido, fueron notables en su vida tan corta. Pasaba horas “pensando en Dios”. Según su historia, el pequeño Francisco pasaba largas horas "pensando en Dios", por lo que siempre fue considerado como un contemplativo.
Su precoz vocación de eremita fue reconocida en el decreto de heroicidad de virtudes, según el que después de las apariciones "se escondía detrás de los árboles para rezar solo; otras veces subía a los lugares más elevados y solitarios y ahí se entregaba a la oración tan intensamente que no oía las voces de los que lo llamaban".


Jacinta Marto

Nació en Aljustrel, Fátima, el 11 de Marzo de 1910. Fue bautizada el 19 de Marzo de 1910. Víctima de la neumonía cayó enferma en Diciembre de 1918. Estuvo internada en el Hospital de Villa Nueva de Ourém y por fin en Lisboa, en el hospital de D. Estefanía donde murió a las 22.30 horas del día 20 de Febrero de 1920.
Del 21 de Enero al 2 de Febrero de 1920, estuvo en el Orfanato de Nuestra Señora de los Milagros, en la Calle de Estrella, en Lisboa, casa fundada por la D. María Godinho, a quien Jacinta llamaba "Madrina". Fue celebrada la Misa de cuerpo presente en la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, en Lisboa, donde su cuerpo estuvo depositado hasta el día 24, día en que fue transportada a una urna para el cementerio de Villa Nueva de Ourém. Fue trasladada para el cementerio de Fátima el 12 de Septiembre de 1935, fecha en que la urna fue abierta.
El 1 de Mayo de 1951 fue finalmente trasladada a la Basílica del Santuario.
Más allá de las 5 Apariciones de la Cova de Iría y 1 de los Ángeles, Nuestra Señora se le apareció a Jacinta 4 veces más en casa durante la enfermedad, 1 en la Iglesia Parroquial en un jueves de la Ascensión, y aún en Lisboa en el Orfanato y en el hospital.
Su vida fue caracterizada por el Espíritu de sacrificio, el amor al Corazón de María, al Santo Padre y a los       pecadores. Llevada por la preocupación de la salvación de los pecadores y del desagravio al Corazón Inmaculado de María, de todo ofrecía un sacrificio a Dios, como les recomendará el Ángel, diciendo siempre la oración que Nuestra Señora les enseñará: “Oh Jesús, es por nuestro amor, por la conversión de los pecadores (y acrecentada, por el Santo Padre) y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María".


Dos de los tres secretos revelados por la hermana Lucía en 1942 son:

1) "Ustedes han visto el infierno donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarles, Dios desea establecer en el mundo devoción a mi Inmaculado Corazón."

2) "La Primera Guerra mundial terminara pronto. Sin embargo, si la humanidad no deja de ofender a Dios, otra guerra peor surgirá en el Reino del Papa Pío XI. Cuando ustedes vean una noche iluminada por una luz desconocida, sepan que éste es el gran signo que Dios les da, porque él va a castigar el mundo por sus crímenes a través de las guerras, el hambre, la persecución de la Iglesia y del Santo Padre. Para impedir esto, Yo vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión de reparación de los Primeros Sábados.

Si mi petición es acatada, Rusia se convertirá, y habrá paz. Si no, Rusia transmitirá sus errores a través del mundo, promoviendo guerras y la persecución de la Iglesia; los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá que sufrir mucho, varias naciones serán aniquiladas; en el final mi Inmaculado Corazón triunfará. El santo Padre consagrara Rusia a mí la cual se convertirá, y algún tiempo de paz se le dará al mundo."

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